sábado, 5 de septiembre de 2009

En la Nada Misma.


Recorro los rincones, no encuentro nada más que recuerdos y ausencias que se hacen presentes en cada instante, con cada parpadeo, con cada latido exaltado de un músculo que se siente derrotado. Viviendo entre fantasías ilusas, soñando con espacios llenos de tu presencia es que me repliego una y mil veces, buscando el modo de acomodarme a ésta nueva manera de vivir. Así es como te duplicas una y otra vez en mí, dejándome sólo la tranquilidad de sentirte por dentro y encontrando mis sentidos sobrepasados, colapsados. El alma se me incendia en el dolor, sintiendo ésta culpa que yo misma provoqué con errores sin sentido que hicieron que te alejes. Te miro desde lejos, te siento y anhelo cada segundo el volver a sentirte al lado porque sólo me diste amor. Y eso es lo que basta para todo. Es maravilloso ver cómo un sentimiento eleva al alma, cómo se mete sin permiso en los latidos del corazón, de qué modo opera misteriosamente en nuestras manos, haciendo que transpiren más de lo normal o cómo se entromete en nuestras bocas, haciendo que las palabras se traben en entre sí y no puedan salir.
Y lógicamente, el amor que me alimenta el alma habla por los ojos, por los poros, por la voz… Que pequeño resulta todo cuando me encuentro frente a tu mirada, cuando puedo perderme y encontrarme en un reflejo único que deja la marca de ésta certeza que me recorre el cuerpo. Que insulso puede resultar el resto del mundo cuando me abrazas y me sostenes entre esos dos aleteos. Todo se reduce a nada precisamente porque el sentirte hace que el resto del universo se apague y sólo quiera quedarme en vos, en tu abrazo, en tus ojos, desvaneciéndome dentro de tu beso y queriendo eternizar los momentos en los que estoy al lado tuyo.
Es increíble como los sentimientos terminan rompiendo las palabras, hablando más de los ellas realmente pueden decir, dejando huellas cada vez más profundas por detrás de ellas. Es así de simple. Las palabras me ayudan a hablarte en silencio, dejándote mis amares más sinceros, mis dolores más profundos y todas mis broncas acumuladas en un error.
Soñar no cuesta nada, y si costara creo que lo haría igual… Hoy sueño con encontrar la manera de quedarme en vos, teniendo la posibilidad de sentir esto que me corre por la venas siempre.

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